23 Y cuando el Señor les ordenó partir de Cadés-barnea para ir a tomar posesión del país que él les había dado, también se opusieron a su mandato y no tuvieron fe en él ni quisieron obedecerlo.
24 ¡Desde que yo los conozco, ustedes han sido rebeldes al Señor!
25 Como el Señor había amenazado con destruirlos, yo me quedé arrodillado delante del Señor durante cuarenta días y cuarenta noches,
26 y con ruegos le dije: “Señor, no destruyas a este pueblo, que es tuyo, que tú liberaste con tu grandeza y sacaste de Egipto con gran poder.
27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob. No tengas en cuenta la terquedad de este pueblo, ni su maldad y pecado,
28 para que no se diga en el país del que nos sacaste: El Señor no pudo hacerlos entrar en el país que les había prometido, y como los odiaba, los hizo salir de aquí para hacerlos morir en el desierto.
29 Pero ellos son tu pueblo, son tuyos; tú los sacaste de Egipto con gran despliegue de poder.”