27 Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis leyes y decretos;
28 vivirán en el país que di a sus padres, y serán mi pueblo y yo seré su Dios.
29 Los libraré de todo lo que les manche. Haré que el trigo abunde, y no volveré a enviarles hambre.
30 Haré también que los árboles y los campos den más fruto, para que ustedes no vuelvan a pasar vergüenza delante de las otras naciones por causa del hambre.
31 Y cuando se acuerden de su mala conducta y de sus malas acciones, sentirán vergüenza de ustedes mismos por sus pecados y malas acciones.
32 Yo, el Señor, lo afirmo: Sepan, israelitas, que no hago esto porque ustedes lo merezcan; sientan vergüenza y confusión por su conducta.
33 »”Yo, el Señor, digo: Cuando yo los purifique de todos sus pecados, haré que vivan en sus ciudades y que reconstruyan las ruinas.