12 «Tienes razón —me dijo el Señor.En efecto, voy a estar atentoa que mis palabras se cumplan.»
13 El Señor se dirigió a mí por segunda vez:«¿Qué es lo que ves?» —me preguntó.«Veo una olla hirviendo,a punto de derramarse desde el norte» —contesté.
14 Entonces el Señor me dijo:«Desde el norte va a derramarse la calamidadsobre todos los habitantes de este país.
15 Yo, el Señor, les aseguroque voy a llamar a todos los reinos del norte.Vendrán sus reyesy pondrán sus tronosa la entrada misma de Jerusalén,frente a todas las murallas que la rodeany frente a todas las ciudades de Judá.
16 Éste es el castigo que voy a decretarcontra esos pecadores que me abandonaron,que quemaron incienso y adorarona dioses extranjeros que ellos mismos hicieron.
17 Y tú, ármate de valor;ve y diles todo lo que yo te mande.No les tengas miedo, porque de otra manerayo te haré temblar delante de ellos.
18 Yo te pongo hoycomo ciudad fortificada,como columna de hierro,como muralla de bronce,para que te enfrentes a todo el país de Judá:a sus reyes, jefes y sacerdotes, y al pueblo en general.