17 Jeremías dijo entonces a Sedequías:—El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: “Si te entregas de una vez a los generales del rey de Babilonia, tú y tu familia salvarán la vida, y esta ciudad no será incendiada.
18 Pero si no te entregas a ellos, los caldeos se apoderarán de la ciudad y le prenderán fuego, y tú no podrás escapar.”
19 Sedequías respondió:—Tengo miedo de los judíos que se han pasado a los caldeos; si caigo en manos de ellos, me torturarán.
20 Jeremías contestó:—Pero Su Majestad no caerá en manos de ellos. Obedezca Su Majestad, por favor, a la voz del Señor, que yo le he comunicado, y le irá bien y salvará la vida.
21 El Señor me ha hecho ver lo que pasará, si Su Majestad se empeña en no rendirse:
22 todas las mujeres que queden en el palacio del rey de Judá serán sacadas y entregadas a los generales del rey de Babilonia, y ellas mismas dirán:“Los mejores amigos del reylo engañaron y lo vencieron;dejaron que sus pies se hundieran en el lodoy le dieron la espalda.”
23 Y Jeremías continuó diciendo al rey:—Todas las mujeres y los hijos de Su Majestad serán entregados a los caldeos, y Su Majestad no escapará de ellos, sino que será entregado al rey de Babilonia, y prenderán fuego a la ciudad.