34-35 Dice Jerusalén, la ciudad de Sión:«Nabucodonosor, el rey de Babilonia,me hizo pedazos y me devoró;me dejó como un plato vacío.Como un monstruo del mar, me tragó;se llenó con lo que más le gustó de mí,y el resto lo tiró.¡Que pague Babilonia por la violencia que me hizo!¡Que paguen los caldeos por la gente que me mataron!»