22 ¿Por qué me persiguen ustedes como Dios?¿No me han mordido ya bastante?
23 ¡Ojalá alguien escribiera mis palabrasy las dejara grabadas en metal!
24 ¡Ojalá alguien con un cincel de hierrolas grabara en plomo o en piedra para siempre!
25 Yo sé que mi defensor vive,y que él será mi abogado aquí en la tierra.
26 Y aunque la piel se me caiga a pedazos,yo, en persona, veré a Dios.
27 Con mis propios ojos he de verlo,yo mismo y no un extraño.Las fuerzas me fallaron
28 al oír que ustedes decían:«¿Cómo podremos perseguirlo?La raíz de sus males está en él mismo.»