16 Por eso, apenas supe todo esto, huí de ellos. Dios me ha enviado a realizar con Su Excelencia algo que va a llenar de asombro a todos los que lo sepan en el mundo entero.
17 Yo, esclava de Su Excelencia, soy una mujer piadosa que sirve al Dios del cielo día y noche. Yo me quedaré con Su Excelencia; todas las noches saldré al valle a orar a Dios, y él me dirá cuando los israelitas hayan cometido su pecado.
18 Entonces vendré y daré aviso a Su Excelencia, que entonces podrá salir con todo su ejército; ninguno de ellos podrá oponerle resistencia.
19 Luego guiaré a Su Excelencia a través de Judea hasta Jerusalén, y colocaré el trono de Su Excelencia en medio de la ciudad. Podrá llevarse a sus habitantes como a ovejas sin pastor, y no habrá ni un perro que le gruña. Yo he averiguado esto con anticipación, y Dios me lo ha comunicado y me ha enviado a comunicárselo a Su Excelencia.
20 Las palabras de Judit agradaron a Holofernes y a sus oficiales de servicio, que admiraron su sabiduría y dijeron:
21 —No hay en todo el mundo mujer que se le pueda comparar en belleza ni en inteligencia.
22 Y Holofernes le dijo:—¡Qué bien ha hecho Dios enviándote por delante de tu nación para traernos a nosotros la victoria, y la muerte a los que han despreciado a mi señor!