1 Holofernes ordenó que la llevaran a donde tenía su vajilla de plata, y que le sirvieran una cena de sus propios manjares y de su vino.
2 Pero Judit dijo:—No comeré de esa comida, para no faltar a nuestras leyes. Yo he traído mis propias provisiones.
3 Holofernes le respondió:—Pero si se te acaban tus provisiones, ¿de dónde vamos a darte alimentos iguales? No hay aquí, entre nosotros, ninguna otra persona de tu nación.
4 —¡Por vida de Su Excelencia —contestó Judit—, no se acabarán mis provisiones antes que el Señor haya realizado por mi medio lo que tiene decidido!
5 Los servidores de Holofernes la llevaron a la tienda, y ella durmió hasta la media noche. Hacia la madrugada se levantó,
6 y mandó este recado a Holofernes: «Ordene Su Excelencia que me permitan salir a orar.»
7 Holofernes ordenó a los soldados de su guardia personal que la dejaran salir.Así permaneció Judit en el campamento durante tres días. Por la noche salía al valle de Betulia y se bañaba en el manantial que había junto al puesto de avanzada.