4 —¡Por vida de Su Excelencia —contestó Judit—, no se acabarán mis provisiones antes que el Señor haya realizado por mi medio lo que tiene decidido!
5 Los servidores de Holofernes la llevaron a la tienda, y ella durmió hasta la media noche. Hacia la madrugada se levantó,
6 y mandó este recado a Holofernes: «Ordene Su Excelencia que me permitan salir a orar.»
7 Holofernes ordenó a los soldados de su guardia personal que la dejaran salir.Así permaneció Judit en el campamento durante tres días. Por la noche salía al valle de Betulia y se bañaba en el manantial que había junto al puesto de avanzada.
8 Al regresar pedía al Señor, Dios de Israel, que le facilitara la manera de sacar de apuros a su pueblo.
9 Depués de haberse purificado, volvía a la tienda y se quedaba en ella hasta que le traían su comida, hacia el atardecer.
10 Al cuarto día, Holofernes dio un banquete a sus servidores, sin invitar a los otros oficiales,