15 Las montañas se estremecen desde sus cimientosy se confunden con los mares,las rocas se derriten como cera delante de ti;pero a aquellos que te reverencianles muestras tu bondad.
16 »Poca cosa son los sacrificios de olor agradable,muy poco es toda la grasa que se quema en holocausto;pero el que reverencia al Señor siempre será grande.
17 ¡Ay de las naciones que amenazan a mi pueblo:el Señor todopoderoso las castigará en el día del juicio;las entregará al fuego y los gusanos,y llorarán de dolor eternamente!»
18 Al llegar a Jerusalén, adoraron a Dios, y una vez que el pueblo se purificó, ofrecieron holocaustos, dones voluntarios y ofrendas.
19 Judit consagró a Dios toda la vajilla de Holofernes, que el pueblo le había regalado, lo mismo que el pabellón que ella había quitado de la tienda en que él dormía.
20 Durante tres meses, el pueblo estuvo celebrando fiestas en Jerusalén, frente al templo, y Judit se quedó con ellos.
21 Al cabo de ese tiempo, cada uno volvió a su tierra, y Judit regresó a Betulia para seguir al frente de sus posesiones. Mientras vivió, fue famosa en todo el país.