2 Ese mismo día, todos sus soldados se pusieron en camino. El ejército se componía de ciento setenta mil soldados de infantería y doce mil de caballería, sin contar a los encargados del transporte y a una multitud enorme de hombres que iban a pie con ellos.
3 Acamparon en el valle cercano a Betulia, junto al manantial; el campamento se extendía a lo ancho, en dirección de Dotán, hasta Ibleam, y a lo largo desde Betulia hasta Ciamón, que está frente a Esdrelón.
4 Cuando los israelitas vieron un gentío tan grande, tuvieron mucho miedo y se dijeron unos a otros: «Esta gente va a arrasar toda la tierra; ni los altos montes, ni los valles ni las colinas, van a poder soportar tanto peso.»
5 Entonces cada uno tomó sus armas, y encendieron hogueras sobre las torres y se quedaron haciendo guardia toda la noche.
6 Al otro día, Holofernes hizo desfilar toda su caballería a la vista de los israelitas que estaban en Betulia,
7 exploró las entradas de la ciudad, inspeccionó los manantiales de agua y se apoderó de ellos, colocando junto a ellos destacamentos de soldados, y luego se volvió a donde estaba su gente.
8 Entonces se le acercaron todos los jefes de Edom y de Moab, y los generales de la costa, y le dijeron: