1 Escuchen ahora, gobernantes y jefes de Israel,¿acaso no corresponde a ustedessaber lo que es la justicia?
2 En cambio, odian el bien y aman el mal;despellejan a mi puebloy le dejan los huesos pelados.
3 Se comen vivo a mi pueblo;le arrancan la piel y le rompen los huesos;lo tratan como si fuera carne para la olla.
4 Un día llamarán ustedes al Señor,pero él no les contestará.En aquel tiempo se esconderá de ustedespor las maldades que han cometido.
5 Mi pueblo sigue caminos equivocadospor culpa de los profetas que lo engañan,que anuncian paz a quienes les dan de comerpero declaran la guerraa quienes no les llenan la boca.El Señor dice a esos profetas:
6 «No volverán ustedes a tenervisiones proféticas en la nocheni a predecir el futuro en la oscuridad.»El sol se pondrá para esos profetas,y el día se les oscurecerá.
7 Esos videntes y adivinosquedarán en completo ridículo.Todos ellos se quedarán calladosal no recibir respuesta de Dios.
8 En cambio, a mí, el espíritu del Señorme llena de fuerza, justicia y valor,para echarle en cara a Israel su rebeldía y su pecado.
9 Escuchen esto ahora, gobernantes y jefes de Israel,ustedes que odian la justiciay tuercen todo lo que está derecho,
10 que construyen Jerusalén, la ciudad del monte Sión,sobre la base del crimen y la injusticia.
11 Los jueces de la ciudad se dejan sobornar,los sacerdotes enseñan sólo por dineroy los profetas venden sus prediccionesalegando que el Señor los apoya, y diciendo:«El Señor está con nosotros;nada malo nos puede suceder.»
12 Por lo tanto, por culpa de ustedes,Jerusalén, la ciudad del monte Sión,va a quedar convertida en barbecho,en un montón de ruinas,y el monte del templo se cubrirá de maleza.