4 Deberán acompañarte en el servicio de la tienda del encuentro y en todos los oficios correspondientes. Pero ninguna persona extraña debe acercarse a ustedes;
5 ustedes son los encargados del servicio del santuario y el altar. Así no volveré a enojarme con los israelitas.
6 Yo separé a tus hermanos los levitas de los demás israelitas para dárselos a ustedes, a fin de que sirvan en los oficios de la tienda del encuentro;
7 pero solamente tú y tus hijos podrán desempeñar las funciones sacerdotales relacionadas con el altar o que se realizan tras el velo. Este oficio les corresponde a ustedes, pues yo les he dado el derecho de ejercer las funciones sacerdotales. Si alguien oficia como sacerdote, sin serlo, será condenado a muerte.»
8 El Señor le dijo a Aarón:«Yo he puesto bajo tu cuidado las ofrendas que se me hacen. Todas las ofrendas sagradas que los israelitas me hacen, te las doy a ti y a tus hijos como la parte que les corresponde; ésta será una norma para siempre.
9 De los sacrificios que se queman, te tocarán a ti todas las ofrendas de cereales y los sacrificios que por el pecado o por la culpa me ofrezcan los israelitas; todas estas ofrendas sagradas serán para ti y para tus hijos.
10 Todo varón de entre ustedes podrá comer de estas ofrendas, pero habrá de comerlas en un lugar consagrado, pues son sagradas.