4 Era justo que a los opresoresles viniera un hambre irresistibley que, en cambio, tu pueblo tuviera sólo una muestrade los tormentos que sufrían sus enemigos.
5 Y cuando animales venenososatacaron a tu pueblo con furor terribley serpientes tortuosas sembraban la muerte con su mordedura,tu ira no duró hasta el final.
6 Los asustaste un poco, para que escarmentaran,pero les diste una señal de salvación,para que recordaran los mandatos de tu ley.
7 Quien se volvía hacia aquella señal, se salvaba,no en virtud de la señal misma que veía,sino gracias a ti, salvador de todos.
8 De ese modo mostraste a nuestros enemigosque eres tú quien libra de todo mal.
9 Ellos murieron picados por langostas y mosquitos,sin hallar un remedio para salvar su vida.Al fin y al cabo merecían tal castigo.
10 Tus hijos, en cambio, no fueron vencidosni aun por los colmillos de las serpientes venenosas,porque tu misericordia vino en su ayuda y los salvó.