14 Entonces dijo Hageo: “El Señor afirma: ‘Lo mismo pasa con esta gente: todo lo que hacen y todo lo que me ofrecen es impuro.
15 De ahora en adelante pensad en esto. Antes de empezar a construir el templo,
16 ¿qué os pasaba? Pues que cuando alguien iba a un montón de veinte medidas de grano, encontraba solamente diez; y cuando alguien iba al lagar, a sacar cincuenta cántaros de vino, encontraba solamente veinte.
17 Yo destruí con plagas y granizo el fruto de todos vuestros esfuerzos, pero no os volvisteis a mí. Yo, el Señor, lo afirmo.
18 Hoy, día veinticuatro del noveno mes, han sido puestos los cimientos de mi templo.
19 Pues bien, fijaos en que a partir de hoy no faltará el grano en el granero. Aún no ha dado fruto la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el olivo; pero a partir de hoy, yo os bendeciré.’ ”
20 Aquel mismo día, el Señor volvió a dirigirse a Hageo,