1 Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no cometáis pecado. Aunque si alguno comete pecado, tenemos ante el Padre un abogado, que es Jesucristo el Justo.
2 Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados; y no solo los nuestros sino los de todo el mundo.
3 Si obedecemos los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos llegado a conocerle.
4 Pero quien dice: “Yo le conozco” y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no hay verdad en él.