10 El que cree en el Hijo de Dios lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios le deja por mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
11 Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna y que esta vida está en su Hijo.
12 El que tiene al Hijo de Dios tiene también la vida, pero el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
13 Os escribo esto a vosotros que creéis en el Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.
14 Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye.
15 Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.
16 Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, debe orar, y Dios dará vida al hermano. Esto si se trata de un pecado que no lleva a la muerte. Hay pecado que lleva a la muerte y por ese pecado no digo que se deba orar.