18 Al llegar preguntaron en voz alta si allí se alojaba un tal Simón, a quien también llamaban Pedro.
19 Y mientras Pedro seguía pensando en la visión, el Espíritu Santo le dijo: “Mira, tres hombres te buscan.
20 Levántate, baja y ve con ellos sin dudarlo, porque yo los he enviado.”
21 Pedro bajó y dijo a los hombres:–Yo soy el que buscáis. ¿A qué habéis venido?
22 Ellos contestaron:–Venimos de parte del centurión Cornelio, un hombre justo, que adora a Dios y a quien todos los judíos aprecian de veras. Un ángel de Dios le ha dicho que te haga llamar, para que vayas a su casa y escuche lo que tengas que decirle.
23 Entonces Pedro los hizo entrar, y se quedaron con él aquella noche. Al día siguiente se fue con ellos, acompañado también por algunos de los hermanos que vivían en Jope.
24 Un día después llegaron a Cesarea, donde Cornelio los estaba esperando junto con un grupo de parientes y amigos íntimos a quienes había invitado.