35 Y por eso dice también en otro lugar: ‘No permitirás que se descomponga el cuerpo de tu santo siervo.’
36 Ahora bien, lo cierto es que David sirvió a la gente de su tiempo según Dios se lo había ordenado, y después murió y se reunió con sus padres y su cuerpo se descompuso.
37 En cambio, el cuerpo de aquel que Dios resucitó no se descompuso.
38-39 Así pues, hermanos, debéis saber que el perdón de los pecados se os anuncia por medio de Jesús. Por él, todos los que creen quedan perdonados de cuanto bajo la ley de Moisés no tenía perdón.
40 Cuidad, pues, que no caiga sobre vosotros lo que escribieron los profetas:
41 ‘Mirad, vosotros que despreciáis,asombraos y desapareced,porque en vuestros días haré cosas talesque no las creeríaissi alguien os las contara.’ ”
42 Cuando Pablo y sus compañeros salieron de la sinagoga de los judíos, los que no eran judíos de nacimiento les pidieron que el siguiente sábado les hablasen también de estas cosas.