10 le dijo con voz fuerte:–¡Levántate y ponte derecho sobre tus pies!El hombre se puso en pie de un salto y comenzó a andar.
11 Al ver lo que Pablo había hecho, la gente empezó a gritar en la lengua de Licaonia:–¡Dioses en forma de hombre han bajado a nosotros!
12 Tomaron a Bernabé por el dios Zeus y a Pablo por el dios Hermes, porque era el que hablaba.
13 El sacerdote de Zeus, cuyo templo se hallaba a la entrada del pueblo, trajo toros y adornos florales; y él y la gente querían adorar a los apóstoles y ofrecerles un sacrificio.
14 Al darse cuenta de ello, Bernabé y Pablo se rasgaron la ropa y se metieron entre la gente gritando:
15 –Señores, ¿por qué hacéis esto? ¡Nosotros también somos hombres, lo mismo que vosotros! Precisamente hemos venido para deciros que dejéis estas cosas que no sirven para nada y que os volváis al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.
16 Aunque en otros tiempos Dios permitió que cada cual siguiera su propio camino,