12 Muchos de ellos creyeron, y también creyeron muchos de los griegos, tanto mujeres distinguidas como hombres.
13 Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que Pablo estaba anunciando el mensaje de Dios también en Berea, se fueron allá y alborotaron a la gente.
14 En seguida los hermanos hicieron salir a Pablo hacia la costa, en tanto que Silas y Timoteo se quedaban en Berea.
15 Los que acompañaban a Pablo fueron con él hasta la ciudad de Atenas, y luego regresaron con instrucciones de que Silas y Timoteo se reunieran con él lo antes posible.
16 Mientras Pablo esperaba a Silas y Timoteo en Atenas, se sentía muy disgustado al ver que la ciudad estaba llena de ídolos.
17 Discutía en la sinagoga con los judíos y con otros que adoraban a Dios, y discutía igualmente cada día en la plaza con los que allí se reunían.
18 También algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos comenzaron a discutir con él. Unos decían:–¿De qué habla ese charlatán?Y otros:–Parece que es propagandista de dioses extranjeros.Decían esto porque Pablo les anunciaba la buena noticia acerca de Jesús y de la resurrección.