1 Después de dejar a los hermanos, nos embarcamos para ir directamente a Cos. Al día siguiente llegamos a Rodas y de allí fuimos a Pátara.
2 En Pátara encontramos un barco que iba a Fenicia, y en él nos embarcamos.
3 Al pasar vimos la isla de Chipre, pero dejándola a nuestra izquierda navegamos a Siria y llegamos a Tiro, donde el barco tenía que descargar.
4 Encontramos allí a los creyentes, y nos quedamos siete días en su compañía. Ellos, advertidos por el Espíritu, dijeron a Pablo que no debía ir a Jerusalén;
5 pero pasados los siete días, partimos. Todos, con sus mujeres y niños, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad. En la playa nos arrodillamos y oramos;