16 Los restos de Jacob fueron llevados a Siquem, y fueron enterrados en el sepulcro que Abraham había comprado por cierta cantidad de dinero a los hijos de Hamor, en Siquem.
17 “Cuando ya se acercaba el tiempo en que había de cumplirse la promesa hecha por Dios a Abraham, el pueblo de Israel había crecido en Egipto y se había hecho numeroso.
18 Por entonces comenzó a gobernar en Egipto un rey que no había conocido a José.
19 Este rey engañó a nuestro pueblo, maltrató a nuestros antepasados y los obligó a abandonar y dejar morir a sus hijos recién nacidos.
20 En aquel tiempo nació Moisés. Fue un niño que agradó a Dios, y al que sus padres criaron en su casa durante tres meses.
21 Cuando tuvieron que abandonarlo, la hija del faraón lo recogió y lo crió como si fuera su propio hijo.
22 De ese modo, Moisés, instruido en la sabiduría de los egipcios, fue un hombre poderoso en palabras y en hechos.