12 es decir, para que nos animemos unos a otros con esta fe que vosotros y yo tenemos.
13 Quiero que sepáis, hermanos, que muchas veces me he propuesto ir a veros, pero hasta ahora siempre se me han presentado obstáculos. Mi deseo es recoger alguna cosecha espiritual entre vosotros, como la he recogido entre las otras naciones.
14 Me siento en deuda con todos, sean cultos o incultos, sabios o ignorantes;
15 por eso estoy tan ansioso de anunciaros el evangelio también a vosotros, que vivís en Roma.
16 No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para que todos los que creen alcancen la salvación, los judíos en primer lugar, pero también los que no lo son.
17 Pues el evangelio nos muestra de qué manera Dios nos hace justos: es por fe y solamente por fe. Así lo dicen las Escrituras: “El justo por la fe vivirá.”
18 Vemos que Dios manifiesta su ira castigando desde el cielo a toda la gente mala e injusta que con su maldad impide que se conozca la verdad.