31 De la misma manera, ellos han desobedecido ahora, pero solamente para que Dios tenga compasión de vosotros y para que, también ahora, tenga compasión de ellos.
32 Porque Dios sujetó a todos por igual a la desobediencia con el fin de tener por igual compasión de todos.
33 ¡Qué profundas son las riquezas de Dios, y su sabiduría y entendimiento! Nadie puede explicar sus decisiones ni llegar a comprender sus caminos.
34 Pues,“¿quién conoce la mente del Señor?¿Quién podrá aconsejarle?
35 ¿Quién le ha dado algo antes,para luego exigirle que lo devuelva?”
36 Porque todas las cosas vienen de Dios, y existen por él y para él. ¡Gloria para siempre a Dios! Amén.