14 Así el pecado no tendrá poder sobre vosotros, pues ya no estáis sometidos a la ley sino a la bondad de Dios.
15 ¿Qué, pues? ¿Vamos a pecar porque no estamos sometidos a la ley sino a la bondad de Dios? ¡De ninguna manera!
16 Sabéis muy bien que si os entregáis como esclavos a un amo para obedecerle, os hacéis esclavos de ese amo a quien obedecéis. Y esto es así, lo mismo si obedecéis al pecado, lo cual lleva a la muerte, que si obedecéis a Dios, lo cual lleva a una vida de justicia.
17 Pero, gracias a Dios, vosotros, que antes erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a la forma de enseñanza que habéis recibido.
18 Una vez libres de la esclavitud del pecado habéis entrado al servicio de una vida de justicia
19 (os estoy hablando en términos humanos para que podáis entender bien estas cosas). De modo que, así como antes entregasteis vuestro cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer el mal, entregad también ahora vuestro cuerpo al servicio de una vida de justicia, para vuestra santificación.
20 Cuando todavía erais esclavos del pecado no estabais al servicio de una vida de justicia.