2 — ¿Ha hablado el Señor solamente a través de Moisés? ¿No ha hablado también por medio de nosotros? Y el Señor lo oyó.
3 Moisés era un hombre muy humilde; no había sobre la tierra otro más humilde que él.
4 Así que de pronto llamó el Señor a Moisés, a Aarón y a María y les dijo:— ¡Acudan ustedes tres a la Tienda del encuentro!Y así lo hicieron.
5 Entonces el Señor descendió en una columna de nube, se detuvo a la entrada de la Tienda y llamó a Aarón y a María. Se acercaron ambos
6 y el Señor les dijo:— Oigan mis palabras. Cuando un profeta surja entre ustedes, yo, el Señor, me revelaré a él en visiones y hablaré con él por medio de sueños;
7 no así con mi siervo Moisés a quien he confiado toda mi casa.
8 Con él hablo cara a cara, claramente y sin enigmas, mientras él contempla mi semblante. ¿Cómo, pues, se han atrevido a criticar a Moisés, mi siervo?