2 y se presentaron ante Moisés, ante el sacerdote Eleazar, ante los jefes y ante la comunidad en pleno, a la entrada de la Tienda del encuentro, diciendo:
3 — Nuestro padre murió en el desierto. Él no formó parte de los secuaces de Coré, que se amotinaron contra el Señor, sino que murió por su propio pecado sin dejar hijos varones.
4 ¡Que no se pierda el nombre de nuestro padre entre su clan por no haber tenido un hijo varón! ¡Danos, pues, una propiedad entre los parientes de nuestro padre!
5 Moisés presentó el caso ante el Señor
6 que le contestó:
7 — El requerimiento de las hijas de Selofjad es justo: les darás una propiedad en posesión hereditaria entre los parientes de su padre, transfiriéndoles la posesión hereditaria de su padre.
8 Además dirás esto a los israelitas: “Cuando alguno muera sin hijos, transferirá la herencia a su hija.