4 Si una mujer, que es aún joven y reside en la casa de su padre, hace una promesa al Señor,
5 y su padre, conocedor de la promesa* y de la obligación que ha asumido, no pone objeción a ello, todas las promesas de la joven serán firmes y los compromisos que haya asumido serán válidos.
6 Pero si, al enterarse de las promesas que ha hecho y de las obligaciones que ha asumido, su padre se opone, entonces ni las promesas hechas ni las obligaciones asumidas serán firmes y el Señor no se lo tendrá en cuenta, por cuanto su padre se opuso.
7 Puede suceder que la joven se case mientras las promesas hechas y las obligaciones asumidas están vigentes;
8 si su marido se entera y no pone objeción, tanto las promesas hechas como las obligaciones asumidas serán firmes.
9 Pero si su marido pone objeción al enterarse, entonces la promesa que hizo y la obligación que asumió la esposa quedarán anuladas y el Señor no se lo tendrá en cuenta.
10 La promesa o cualquier otro compromiso que haya asumido una viuda o repudiada, será firme.