2 — Manda a los israelitas que, de sus posesiones hereditarias*, asignen a los levitas ciudades donde puedan habitar, junto con terrenos de pastoreo alrededor de ellas.
3 Ellos habitarán en esas ciudades, mientras sus ganados y el resto de sus animales pastarán en los respectivos terrenos de pastoreo.
4 El terreno de pastoreo de las ciudades que asignarán a los levitas tendrá una extensión de medio kilómetro alrededor de cada ciudad a partir de su muralla.
5 Medirán, a partir del exterior de la ciudad, un kilómetro por cada uno de los lados —este, sur, oeste y norte— quedando la ciudad en el centro; y este será el terreno que tendrán las ciudades como lugar de pastoreo.
6 Entre las ciudades que asignarán a los levitas habrá seis ciudades de asilo donde podrán refugiarse los homicidas; a ellas añadirán otras cuarenta y dos ciudades.
7 Serán, pues, cuarenta y ocho las ciudades que asignarán a los levitas, con sus correspondientes terrenos de pastoreo.
8 Al asignar a los levitas ciudades pertenecientes al patrimonio de los otros israelitas, tomarán más de la tribu que más tenga, y menos de la que menos tenga; así cada tribu cederá de sus ciudades a los levitas en proporción a la heredad que haya recibido.