8 El centinela gritó: «Señor, permanezco día a día en la torre de vigilancia y noche a noche hago guardia.
9 Mire, viene un hombre en un carro de combate tirado por un par de caballos». Y volvió a gritar, diciendo: «¡Cayó Babilonia! Todas las imágenes de sus dioses han sido derribadas al suelo».
10 Pueblo mío, despedazado y trillado, te he dicho lo que he escuchado del SEÑOR Todopoderoso, Dios de Israel.
11 Esta es una profecía contra Dumá: Alguien me grita desde Seír: «Centinela, ¿qué hora es en este momento de la noche? Centinela, ¿cuánto falta para que amanezca?»
12 El centinela responde: «Mire llegará la mañana a su debido tiempo, pero todavía es de noche. Si tienen que saber cuándo llega, vuelvan a preguntar más tarde».
13 Esta es una profecía contra Arabia: Ustedes, los que acampan en los matorrales del desierto, caravanas de dedanitas,
14 salgan al encuentro del que tiene sed y denle agua. Habitantes del territorio de Temá, salgan al encuentro de los que escapan y denles de comer.