15 Qué mal les va a ir a los que se esconden del SEÑOR para ocultar sus planes; a los que hacen sus cosas en la oscuridad y dicen: «¿Quién nos ve? ¿Quién nos conoce?»
16 ¡Cómo se han pervertido! Actúan como si el barro fuera igual al artesano. ¿Puede la obra decir de su creador: «Él no me hizo»? ¿Puede el vaso decir del alfarero: «Él no tiene inteligencia»?
17 ¿Y no es verdad que el Líbano se convertirá pronto en campo de cultivo y el campo de cultivo se convertirá en bosque?
18 Ese día el sordo oirá la lectura de un libro y el ciego, que estaba en la oscuridad y la penumbra, podrá ver.
19 El humilde se alegrará de nuevo en el SEÑOR y los necesitados encontrarán felicidad en el Santo de Israel.
20 El dictador dejará de existir, el arrogante no permanecerá, y todos los que están listos para hacer el mal serán destruidos.
21 Son los que acusan falsamente a los demás de hacer el mal, los que ponen trampas al juez en el tribunal y los que, mediante engaños, se niegan a hacer justicia al inocente.