2 Luego mandaré un desastre sobre Ariel, habrá tristeza y llanto. La ciudad se convertirá en un altar para mí.
3 Haré que acampen ejércitos a tu alrededor, te rodearé de torres de empalizadas y levantaré torres de asalto para atacarte.
4 Serás abatida y hablarás desde el suelo. Desde el polvo mascullarás tus palabras. Tu voz desde el suelo sonará como la de un fantasma. Desde el polvo tus palabras sonarán como un murmullo.
5 Tus enemigos serán tantos como el polvo. La multitud de tiranos será como paja que vuela por el viento. Mas, repentinamente, en un instante,
6 vendrá el SEÑOR Todopoderoso. Habrá truenos, terremotos, estruendos, tempestades, vientos fuertes y fuegos destructores.
7 Todas las naciones poderosas que luchan contra Ariel, todos los que le hacen la guerra, combaten contra sus fortalezas y la inquietan, pasarán como un sueño, como una visión en la noche.
8 Igual que cuando alguien que tiene hambre se sueña comiendo, pero despierta y sigue en las mismas; o como cuando alguien tiene sed y sueña que bebe algo, pero despierta y sigue débil y con sed. Así sucederá con todas las naciones que luchan contra el monte Sion.