6 Cualquiera agarrará a uno de su propia familia y le dirá: «Por lo menos tienes con qué vestirte, sé nuestro jefe y gobierna estas ruinas».
7 Pero el otro le responderá: «Yo no tengo manera de solucionar esta situación, en mi casa no hay alimento ni vestido. No acepto que me pongan de gobernante del pueblo».
8 Jerusalén se derrumba, Judá está en ruinas, porque lo que dicen y hacen está en contra del SEÑOR. Se rebelan contra la gloria de Dios
9 y presumen de sus pecados, como pasaba en Sodoma, no los ocultan. Su pecado se les nota en la cara; no lo disimulan. ¡Pobres de ellos! Se han traído el mal a ellos mismos.
10 Díganles a los justos que a ellos sí les va a ir bien, porque recibirán la recompensa por su honestidad.
11 Pero, ¡pobre del perverso! Será todo un desastre. Lo que ellos les hicieron a los demás, ahora se lo harán a ellos.
12 Unos niños oprimen a mi pueblo, y mujeres lo gobiernan. Pueblo mío, tus líderes te extravían y te llevan por malos caminos.