1 El SEÑOR dice: «Qué mal les irá a los hijos rebeldes, que llevan a cabo sus planes en contra de mis deseos y confirman alianzas con una copa de vino, no con mi espíritu. Con eso amontonan sus pecados.
2 Ellos bajan a Egipto, sin pedir mi consejo, a pedir protección del faraón y a cobijarse bajo la sombra de Egipto.
3 La protección del faraón no hará más que avergonzarlos. Cobijarse bajo la sombra de Egipto será su desgracia.
4 Aunque sus funcionarios estén en Zoán y sus embajadores lleguen a Janés
5 todos serán avergonzados por causa de un pueblo que no les puede ayudar. No les será de ayuda ni provecho, lo único que les traerá será vergüenza y desgracia».