10 Ellos les dicen a los videntes: «No tengan visiones», y a los profetas: «No nos profeticen la verdad. Dígannos mentiras, profeticen falsedades.
11 Quítense de en medio, dejen el camino libre. No nos pongan más frente al Santo Dios de Israel».
12 Debido a esto, el Santo Dios de Israel dice: «Como se negaron a aceptar este mensaje, pusieron su confianza en la opresión y la deshonestidad, y se entregaron a todo eso,
13 ese pecado será para ustedes como una grieta que se extiende en la muralla abultada y a punto de derribarse, cuya caída llega de repente, en un instante.
14 Su destrucción es como cuando una jarra de barro se rompe en mil pedazos. Ni un solo pedazo sirve siquiera para sacar las brasas del fuego o agua del tanque».
15 Por eso el Señor DIOS, el Santo de Israel, dice: «Regresen, cálmense y permanecerán seguros. Quédense tranquilos, confíen y serán fortalecidos.
16 Pero ustedes se negaron y dijeron: “¡No! Huiremos en nuestros caballos”. Por eso, ustedes tendrán que huir. Y también dijeron ustedes: “Cabalgaremos rápido”. Así que por decir eso, los que los persiguen a ustedes cabalgarán rápido.