9 Levántense y escúchenme, mujeres descuidadas. Ustedes que están tan confiadas, oigan lo que les voy a decir.
10 En poco más de un año, temblarán de miedo, ustedes que están tan confiadas. La cosecha será un fracaso y producirá nada.
11 Tiemblen ustedes, mujeres descuidadas. Estremézcanse ustedes, las que se sienten tan seguras. Quítense su ropa y vístanse de luto.
12 Golpéense el pecho de dolor por lo que les sucedió a los campos y a los viñedos fértiles;
13 por la tierra de mi pueblo cubierta de espinos y matorrales; por las casas alegres de la ciudad festiva.
14 El palacio será abandonado y la ciudad superpoblada quedará desierta. La ciudadela y la torre de vigilancia quedarán convertidas en guarida de animales para siempre. Los asnos salvajes se sentirán bien allí y las ovejas irán allí a pacer.
15 Esto sucederá hasta que sea derramado sobre nosotros el Espíritu de lo alto. Entonces el desierto se convertirá en tierra de cultivo, y la tierra de cultivo se convertirá en bosque.