1 Se alegrarán el desierto y la tierra seca. El desierto se pondrá feliz y brotarán las flores silvestres;
2 contento florecerá, gritando de alegría. Se le dará la belleza del Líbano, el esplendor del Carmelo y de Sarón. Verán la gloria del SEÑOR, el esplendor y la majestad de nuestro Dios.
3 Fortalezcan las manos cansadas, y afirmen las rodillas débiles.
4 Díganles a los temerosos: «Sean fuertes, no teman, aquí está su Dios. Ya viene la compensación, la retribución de Dios. Él vendrá a rescatarlos».