3 Ellos le dijeron al profeta: —Esto es lo que ha dicho Ezequías: “Este es día de tristeza, castigo y desgracia, como cuando las mujeres están a punto de dar a luz, pero no tienen suficiente fuerza para hacerlo.
4 Que el SEÑOR tu Dios haya oído las palabras del comandante en jefe que envió el rey de Asiria con que insultó al Dios vivo, y que lo castigue por haber dicho esas palabras que el SEÑOR escuchó. Así que eleva una oración por el pueblo que ha sobrevivido”.
5 Cuando los funcionarios del rey Ezequías fueron a ver a Isaías,
6 este les dijo: —Esto es lo que van a decirle a su señor: El SEÑOR dice: “No tengas miedo de las palabras que has oído, los insultos que dijeron contra mí los siervos del rey de Asiria.
7 Mira, yo mismo voy a colocar un espíritu en él. Oirá un informe y se volverá a su país. Allí mismo, en su propio país, haré que lo hieran a espada y muera”.
8 El comandante en jefe se retiró y supo que el rey de Asiria se había ido de Laquis y estaba luchando contra Libná.
9 Entonces el rey de Asiria recibió la noticia de que el rey Tiracá, de Etiopía, había salido para luchar contra él. Una vez sabido esto, el rey de Asiria envió mensajeros a Ezequías con este mensaje: