1 »Aquí está mi siervo, el que cuenta con mi apoyo, mi elegido, con el que estoy muy contento. He puesto mi Espíritu en él. Traerá justicia a las naciones.
2 No discutirá ni gritará, ni se hará oír en las calles.
3 No romperá la caña que ya está quebrada, ni va a apagar la mecha que apenas está encendida. Él sí hará justicia.
4 No se agotará ni se cansará hasta que implante la justicia en la tierra. Gente de naciones lejanas estará esperando su enseñanza».
5 Esto dice el SEÑOR Dios, quien creó y extendió los cielos. Él formó la tierra y lo que ella produce. Dio aliento a la gente que vive en ella y vida a los que por ella transitan.
6 «Yo, el SEÑOR, te he llamado a hacer lo que es justo. Te he llevado de la mano y te he protegido. Te he destinado a ser el mediador de un pacto con la humanidad, a ser luz de las naciones,
7 a abrir los ojos a los ciegos, a sacar a los prisioneros de las cárceles, a liberar de la prisión a los que viven en oscuridad.