11 Que lo alaben el desierto y sus ciudades, y los campamentos donde habita Cedar. Que canten de alegría los habitantes de Selá, que griten desde la cima de las montañas.
12 Den gloria al SEÑOR y alábenlo en los lugares más remotos.
13 El SEÑOR sale como un héroe, pelea con el ardor de un guerrero, grita, da voces, y muestra su poder contra sus enemigos.
14 «He guardado silencio por mucho tiempo. Me he mantenido callado, me he refrenado. Pero ahora gritaré como una mujer cuando da a luz, jadearé y resoplaré.
15 Destruiré montes y colinas y secaré toda la vegetación que haya en ellas.
16 Convertiré los ríos en tierra seca y secaré también sus lagunas. Guiaré a los ciegos por camino desconocido y por rutas inexploradas. Haré que delante de ellos la oscuridad se convierta en luz y que los caminos escabrosos se allanen. Eso haré y no los abandonaré.
17 Los que confían en una imagen y los que les digan a los ídolos: “Ustedes son nuestros dioses” se tendrán que ir y serán avergonzados por completo.