9 Pobre de la vasija de barro que se pone a discutir con el que la hizo, siendo que es una vasija como cualquier otra. ¿Acaso dice la arcilla al que la trabaja: «¿Qué es lo que haces?» o: «¿No te quedó bien lo que hiciste?»
10 Pobre del hijo que le dice a su papá: «¿Por qué me engendraste?» o a la mamá: «¿Por qué me trajiste a este mundo?»
11 Esto es lo que dice el SEÑOR, el Santo Dios de Israel, el que lo hizo: «¿Es que me van ustedes a enseñar a hacer hijos? ¿O me van a dar lecciones sobre lo que debo hacer?
12 Yo hice el mundo y a la humanidad que lo habita. Extendí los cielos con mis manos y ordené que aparecieran todos los astros.
13 Yo he hecho que Ciro entre en acción para una causa justa. Voy a facilitarle su trabajo. Él reconstruirá mi ciudad y sin pagar rescate liberará a mis exiliados». Es lo que ha decidido el SEÑOR Todopoderoso.
14 Esto dice el SEÑOR: «La riqueza de Egipto y las ganancias de Etiopía y de los sabeos, pueblo de elevada estatura, serán tuyas, y ellos te servirán como esclavos. Se inclinarán ante ti y te dirán: “Ciertamente Dios está con ustedes, es el único Dios que existe. No hay otro Dios”».
15 De verdad, tú eres un Dios que se oculta, el Dios de Israel, el Salvador.