9 El SEÑOR Todopoderoso me dijo al oído: «Muchas casas van a ser destruidas; casas grandes y hermosas quedarán desocupadas.
10 Tres hectáreas de viña sólo producirán un barril de vino, y diez costales de semilla producirán tan sólo un canasto de trigo».
11 Qué mal les va a ir a los que se levantan en la mañana tras un trago y se quedan hasta tarde embriagándose con vino.
12 En sus fiestas hay liras, arpas, tambores, flautas y vino. Pero no prestan atención a lo que el SEÑOR ha hecho ni a la obra de sus manos.
13 Por tanto, mi pueblo será hecho prisionero y desterrado porque no reconoció mi autoridad. La gente importante padecerá de hambre, y los del montón padecerán de sed.
14 Por eso el sepulcro ensancha su garganta y abre la boca en forma desmesurada para recibir en plena fiesta a todos los que se la pasan en parrandas y diversiones destructivas.
15 Así es humillado el ser humano, se baja al hombre de su nube y se le hace cambiar su actitud arrogante.