1 El SEÑOR dice: «Practiquen la justicia y actúen honestamente porque pronto llegará mi salvación y será revelada mi justicia salvadora.
2 Afortunado el que actúa honestamente y se mantiene en ello, el que respeta el día de descanso y no lo desprecia; el que se asegura de no hacer nada malo».
3 El extranjero que se una al SEÑOR no debe decir: «A lo mejor el SEÑOR me separará de su pueblo». Y tampoco el eunuco debe decir: «Soy un árbol seco».
4 Porque el SEÑOR dice: «A los eunucos que respeten mis días de descanso, decidan cumplir mi voluntad y obedecer mi pacto,
5 les daré en mi templo y dentro de mis murallas un monumento a su memoria, lo cual es mejor que hijos e hijas. Les daré un nombre eterno, que no será olvidado.