8 Detrás de las puertas y en sus marcos pusiste tu símbolo pagano. Te alejaste de mí, te desnudaste y subiste a la cama que alistaste. Llegaste a un acuerdo con ellos, amaste su lecho y contemplaste su desnudez.
9 Fuiste con aceite de oliva hasta donde estaba Moloc y usaste perfumes en gran cantidad. Hasta lejos enviaste mensajeros, incluso hasta abajo, al lugar de los muertos.
10 Te agotaste de tanto peregrinar, pero no dijiste: “Esto no tiene sentido”. Te recobraste y no te desmayaste.
11 »¿A quién le tenías miedo, quién te asustó para que hayas mentido, para que te hayas olvidado de mí y no me hayas tomado en cuenta? ¿No guardé silencio y yo mismo me oculté y por eso no me tienes miedo?
12 Contaré lo buena que eres y tus hechos, pero ellos no te servirán de nada.
13 Cuando grites pidiendo ayuda, que vengan a salvarte tu colección de ídolos. A ellos se los llevará el viento, desaparecerán de un soplo. Pero el que se apoye en mí, recibirá la tierra y poseerá mi santo monte».
14 Alguien dirá: «Reconstruyan, reconstruyan, preparen el camino, despejen la vía para que pase mi pueblo».