9 de todas sus angustias. Él mismo los salvó, no un mensajero ni ningún ángel. Los rescató como haría un familiar porque él los amó y les tuvo misericordia. Los llevo entre los brazos tal como lo hacía mucho tiempo atrás.
10 Pero ellos se rebelaron y entristecieron su ánimo. Así que él se convirtió en su enemigo, luchó contra ellos.
11 Entonces ellos recordaron los días del pasado; recordaron a Moisés. ¿Dónde está el que los trajo del mar con su rebaño de ovejas? ¿Dónde está el que hizo habitar entre ellos su Espíritu Santo?
12 ¿Quién llevó a Moisés de la mano con su poder maravilloso? ¿Dónde está el que dividió las aguas en dos para hacer famoso su nombre eternamente,
13 el que los llevó por aguas profundas? Como un caballo en el desierto, no tropezaron.
14 Como ganado que se lleva valle abajo, el Espíritu del SEÑOR nos dio descanso. Así llevaste a tu pueblo y te hiciste a ti mismo de un nombre glorioso.
15 Mira hacia abajo desde el cielo, desde tu hogar glorioso y santo. ¿Dónde están tu fuerte amor y tu poder, tus profundos sentimientos y tu compasión? Se ocultan de mí.