1 ¿Por qué no desgarras los cielos y bajas? Las montañas temblarían ante ti.
2 Baja como fuego que enciende los arbustos o hace hervir el agua, para que tus enemigos sepan quién eres. Así las naciones temblarán ante ti debido a tu presencia.
3 Cuando hiciste cosas asombrosas que no esperábamos, bajaste, y las montañas temblaron ante tu presencia.
4 Desde hace mucho tiempo que nadie ha oído, escuchado ni visto que un Dios que no seas tú obre en favor de los que esperan en ti.