11 ¿Acaso el oído no diferencia las palabras y el paladar no saborea la comida?
12 La sabiduría llega con la edad y el entendimiento con la larga vida”.
13 »Pero la sabiduría y el poder pertenecen a Dios. El buen consejo y el entendimiento son suyos.
14 En verdad, lo que él destruye no se puede reconstruir. Al que Dios encierra, nadie lo puede liberar.
15 Ciertamente, si él retiene la lluvia, llega la sequía; si la libera, todo se inunda.
16 Él tiene poder y sabiduría; tiene en sus manos al engañado y al engañador.
17 Es capaz de quitarles la habilidad a los expertos y hacer quedar como unos tontos a los jueces.