2 «Ustedes son gente importante; no hay duda de que al morir ustedes, morirá la sabiduría.
3 Pero al igual que ustedes, yo también puedo pensar, y no me les quedo atrás. ¿Quién que tenga dos dedos de frente ignora todo eso que ustedes dicen?
4 »Me he convertido en objeto de la burla de mis amigos. Yo que antes llamaba a Dios y él me respondía. Yo, un hombre bueno e inocente, ahora me he convertido en un chiste.
5 El que está bien económicamente, se burla de los que sufren; dice: “Al caído hay que caerle”.
6 Pero todo está tranquilo en los hogares de los violentos, de los que ofenden a Dios, de los que creen que pueden manipularlo.
7 »Pero ustedes dicen: “Pregúntales a los animales para que te enseñen; a los pájaros del cielo para que te cuenten.
8 Habla con la tierra y aprenderás; y con los peces del mar y ellos te lo enseñarán también.