4 ¿Quién puede purificar lo que está corrupto? Nadie, por cierto.
5 Es que la vida del ser humano tiene un límite y tú conoces su duración. Eres tú quien fijaste ese límite y por eso no puede cambiarse.
6 Entonces aparta tu vista de él y déjalo que viva su vida hasta que termine, como termina un empleado su jornada de trabajo.
7 »Hay esperanza para un árbol que ha sido cortado. Puede retoñar nuevamente y echar renuevos.
8 Sus raíces pueden envejecer en la tierra y su tronco puede secarse,
9 pero con sólo sentir el agua crecerá de nuevo y le nacerán ramas nuevas.
10 El hombre muere aunque sea poderoso. El ser humano se enferma y deja de existir. Si es así, ¿dónde queda el hombre poderoso?